miércoles, 27 de mayo de 2009

Teotihuacán, ciudad de los dioses.

Disc_of_Death_Mexico

Desde estos últimos días de mayo, hasta finales de agosto, el Museo Nacional de Antropología en la ciudad de México exhibirá la muestra denominada Teotihuacán, ciudad de los dioses, integrada por 435 piezas de la ciudad prehispánica que tal vez fue la mayor del mundo durante los años que fueron de 150 AC hasta mediados del primer milenio de la era cristiana. En la exhibición podrán verse los trabajos de investigación hechos desde Carlos de Sigüenza y Góngora en el siglo XVII, hasta nuestros días. Éste será un gran evento.

domingo, 24 de mayo de 2009

En defensa del derecho de José Luis Sierra

Sierra

Escribe José Luis Sierra Villarreal con indignación contenida en Periodistas en línea:

“Desde hace dos años mantengo un sitio en internet, México desde Yucatán. Es un sitio crítico, con visión de izquierda, en el que realizo una revisión sistemática y cruda del ejercicio del poder, a nivel nacional y estatal. Ustedes han podido conocer parte de mis trabajo de las últimas semanas, al través de los "notas para compartir".
En meses anteriores he recibido amenazas, ya lograron bloquearme "n" cuentas en los servidores comerciales de correo electrónico (gmail, yahoo, hotmail, prodigy), dos veces me han hackeado mi blog y, en este momento, lograron mediante una ofensiva de correos que google interpusiera un mensaje por contenido dudoso .
En provincia, las banquetas de la opinión son muy angostas y quienes ejercen el poder acostumbran bajar de ellas a sus críticos”

(subrayado del editor)

Yo vengo desde este Blog a reivindicar el derecho inalienable de José Luis a criticar al poder público y a expresar libremente sus ideas y su verdad.

Quien haya intentado vulnerar ese derecho está actuando de manera retrograda y primitiva. Y que tome lectura de su estulticia mediante el conocimiento de que los lectores de Sierra Villarreal se multiplican con estas acciones torpes y agresoras. Apréndase que la mejor forma de acallar a un crítico es el debate y la confrontación de las ideas y no el expediente burdo del bloqueo por la artimaña y la acción artera.

sábado, 23 de mayo de 2009

En venta: un Giacometti


Si quiere comprar algo que vale la pena y resguarda su inversión en esta época de caos financiero, cómprese este cuadro impresionista de Augusto Giacometti, tío del más famoso de los Giacometti, Alberto. En la subasta de primavera de Sotheby en Zurich, Suiza, este próximo 8 de junio, estará a la venta en el 83 de Talstrasse. Precio estimado (?)

Para más de Alberto Giacometti en este Blog.

martes, 19 de mayo de 2009

La verdadera pandemia: el desempleo.


La prensa francesa da cuenta de un caso extremo: Un hombre que desesperado por no encontrar empleo anuncia su disposición para intercambiar uno de sus riñones por una oportunidad de trabajo. De 43 años, originario de Toulouse (Tolosa), Alain Danovaro, fue empleado del sistema hospitalario durante 15 años, para ver degradada su condición de trabajo al convertirse en chofer de autobús durante los últimos diez, hasta que finalmente perdió su fuente de ingresos por motivo de la crisis. Desesperado, desilusionado y deprimido, al no poder volver a contratarse en los últimos 18 meses, recurre a esta acción drástica (ilegal en Francia), de ofrecer a cambio de un empleo estable, el riñón por el que claman miles de enfermos franceses que esperan un trasplante.

Ya se había comentado en los periódicos, también franceses, de una dama que se había puesto ella misma a la venta por internet por carecer de empleo. Lo hizo por el método de la subasta pública que no se llevó a cabo, porque antes de la fecha señalada para su realización, el sitio en la red en el que había puesto su anuncio decidió bloquear el evento por no apegarse a sus políticas internas.

Más allá de estos ofrecimientos casi demenciales –los protagonistas viven en un país que tiene uno de los sistemas de seguridad social más favorables para el trabajador-, en los que ambos ponentes recibieron muchas críticas del público e inclusive advertencias de carácter judicial, está la realidad dramática de los millones de seres humanos que se encuentran el día de hoy ante la misma desesperación de no contar con una fuente de ingresos con que afrontar la vida.

Recientemente, en un taxi de la ciudad de México, me sorprendió la plática “culta” y bien informada del conductor que me llevó al aeropuerto. Adentrados en la conversación circunstancial, me enteré de que el hombre es ingeniero químico, egresado de la UNAM, que había perdido su trabajo en una fábrica de plásticos y al cabo de dos años de buscar inútilmente empleo, tuvo que invertir sus ahorros, obtenidos a lo largo de quince años de esfuerzo, para adquirir un automóvil y las placas de circulación (incluyendo $100,000 de mordida), para el taxi que ahora utiliza para llevar el sustento a su casa.

Hay millones de historias personales que se nos revelan cotidianamente detrás de esta realidad que nos ha tocado vivir. Estoy seguro de que todos conocemos al menos un caso más o menos cercano, de alguien víctima de ésta, la verdadera pandemia que nos afecta: el desempleo.

No tengo elementos para calificar mal el manejo de la crisis sanitaria que hemos tenido recientemente en México. Se escuchan opiniones favorables de agentes extranjeros que aplauden el manejo que dio el gobierno mexicano a la amenaza epidémica que se nos presentó. Sí se, sin embargo, porque tengo frente a mi los resultados dramáticos, de la cantidad de gente que se ha incorporado a las hordas del desempleo en la región sureste del país con motivo de la estrepitosa caída de la actividad turística en el Caribe mexicano. Decir que el sector hotelero opera al 25% de su capacidad instalada, no es sino mencionar una cifra que no da cuenta ni hace referencia al drama humano que están viviendo miles y miles de trabajadores que hoy no tienen con que comprar el pan de cada día.

Yo me pregunto si habrá conciencia plena en el gobierno de esto que ha ocurrido y ha llegado a nosotros para quedarse por un largo tiempo. Viendo a la clase gobernante en la televisión como la vemos, leyendo el discurso torpe y farragoso de los partidos políticos y sus candidatos en alegre campaña, observando a los Salinas, los Gamboas, los Manlios, los Calderón, a todos sus secuaces, uno tiene la impresión de que ellos viven en otro México. Un México al que no tiene acceso el común de los mortales… Un México que ni sabe, ni piensa, ni discute lo que le sucede a sus millones de desempleados. ¿Quién está tratando de resolver los verdaderos problemas de la patria? ¿Quién gobierna a este país? ¿Quién manda aquí?

domingo, 17 de mayo de 2009

Llamado público internacional: ¡Venid vacacionistas!

¡Como estos!.

Olvidaos de nuestros villanos, no os molestarán. Olvidaos de los narcos, ellos sólo se dirigen al que compra. Olvidaos también de la ficción pandémica: ¡con un mascarín!

¿Qué no entendeis que os necesitamos? Cancún está vacío. Baja, también. Y, ¡de ahí comemos tantos!

viernes, 15 de mayo de 2009

Rodolfo Menéndez de la Peña (1850-1928) Notas inéditas autobiográficas.

Rodolfo Menéndez de la Peña (1850-1928)
Fotografía de 1898
Escritas por Rodolfo Menéndez de la Peña en 1908. (Transcritas y digitalizadas para este Blog. Publicadas para fines biográficos. )
Yo, Rodolfo Menéndez de la Peña…..
Nací en la Villa de San Juan de los Remedios, cabecera de la jurisdicción de su nombre, en el departamento central de la Isla de Cuba, el 15 de mayo de 1850. Fueron mis padres: Don Pantaleón Menéndez y Pérez y Doña Carmen de la Peña y Pérez. Pertenecían ellos a distinguidas familias remedianas, y eran primos segundos. Se casaron en 1844.
Mis abuelos paternos Don Francisco Antonio Menéndez del Toral, natural de Gijón, en España. Había venido a Cuba en 1801. Fue vista de la Aduana de Caibarién. Se casó dos veces: mi abuela carnal se llamaba María Pérez y mi abuela política, Ángela Echeverría.
Hijos de mis abuelos paternos: Filomena, nacida en 1810, Gertrudis, Covadonga, Eusebio y Pantaleón (1819). De su segunda esposa: Clotilde, Fernando y Luis Menéndez. Mi abuelo jugaba al billar admirablemente, era un insigne cazador y nadaba como un pez.
Mis abuelos matemos: Don José Antonio de la Peña y Múgica y Doña Antonia Pérez . Tuvieron los siguientes hijos: Dolores, Carmen, José Antonio, Elena, Ricarda y Mariano.
Dolores se casó con Don José Juliá, mexicano; Carmen, con mi padre; José Antonio con Doña Domitila Anido; Elena con Don Francisco Montalván; Mariano con Doña Carolina Falera, y Ricarda con Don José Bamet.
Los hermanos fuimos diez: Balbino, Clementina, Fernando, Antonio, Sofía, Cándido y (yo) Rodolfo: los otros tres murieron pequeños y ni siquiera sé sus nombres. Superviven, al escribir estas líneas, Antonio, Cándido y yo. Balbino murió en la flor de la edad: era ebanista y tenía un taller en la Habana. Murió de tétanos el 16 de noviembre de 1863. El mal le provino de haberle caído una pequeña trincha en el empeine del pie izquierdo. Balbino era tan honrado que, habiendo encontrado un paquete de billetes de banco (unos ocho mil pesos), corrió detrás del coche de cuyo interior había caído el paquete y anduvo cuatro o cinco cuadras detrás de él. Se negó a recibir gratificación. Todos los periódicos lo elogiaron mucho. Clementina y Fernando murieron pequeños. Sofía murió de tuberculosis el 31 de octubre de 1877, en Mérida. Antes había vivido con mis abuelos en Campeche. Cándido fue a estudiar a los Estados Unidos el año de 1868. Estuvo en "Ellicot", colegio cerca de Baltimore. Cuando no se le pudo continuar remitiendo la pensión, lo echaron del Colegio y desde entonces se puso a trabajar personalmente. Se casó con Jennie Trembly y ha tenido dos hijos Frank y Lolita. Ahora viven en Nueva York. Antonio se casó en Sagua la Grande en abril de 1869. Vino él con su esposa a Yucatán. Ha tenido los siguientes hijos: Yara, Carlos, Bolivia, Sofía, Antonio (muerto en Izamal muy pequeño) otro Antonio y Oscar.
Yo me casé en Valladolid de Yucatán el 23 de enero de 1875, sólo por lo civil. Mi esposa se llamaba Flora Mena. Era huérfana de padre y madre: tenía 19 años y era muy trabajadora, muy buena y muy inteligente. Tuvimos los siguientes hijos: Libertad, nacida el 25 de octubre de 1875, en Valladolid. Rodolfo de la Luz, nacido en Izamal el 4 de diciembre de 1878. Conrado, nacido en Izamal, en... (otro)Conrado, nacido en Mérida, el 15 de julio de 1883. Hidalgo, nacido en Mérida, el 15 de septiembre de 1887. Estrella, nacida en Mérida el.....Américo, nacido en Mérida el 13 de septiembre de 1889. Flora, nacida en Mérida, el 29 de abril de 1891. Héctor, nacido en Mérida, el6 de agosto de 1893. Horacio Iván, nacido en Mérida, el 9 de enero de 1897. Libertad murió el 10 de octubre de 1894, Conrado el...; Estrella el... Flora Mena de Menéndez murió en Mérida el 23 de julio de 1901, a los 45 años de edad.
El 31 de octubre de 1903 me casé en segundas nupcias con la Señorita Nemesia Rodríguez y Castillo, natural de Sotuta y de 25 años de edad. Nos casamos en Sotuta, únicamente por lo civil, y sin ceremonia alguna.
Pasé mi niñez tristemente. Estuve en dos o tres escuelas primarias de Remedios y en la escuela de Taguayabón. En Manacas, la pequeña finca de mi padre, aprendí a trabajar en el campo y tomé amor a la agricultura. Me gustaba mucho el trabajo material y fui tabaquero,
dependiente en una tienda, vendedor ambulante, etc. Compartía el tiempo entre el trabajo y el libro. Era muy estudioso y leía con ansiedad cuanto papel, libro o periódico caía en mis manos. Desde muy temprano aprendí y recité versos. Sin embargo, mi despertamiento intelectual se verificó en el Colegio Superior de San Juan de los Remedios. Había ya muerto mi madre (9 de octubre de 1862) y mi padre se hallaba postrado achacoso (murió el 16 de marzo de 1868), cuando, protegido por mi tío Don José Antonio Peña, hombre de grandes influencias en Remedios, entré en el Colegio Dirigido por el sabio trinitario Don Pedro Salavarría y Elizondo (1864). Allí hice mis estudios secundarios, y allí fui pasante desde 1865. Daba clases de lectura explicada. Además del Director, recuerdo a los profesores Don Fernando Ruiz y Don José Castillo. Me recibí en 1867.
En 1867, sin dejar todavía del todo el Colegio, fui nombrado (y este fue mi primer empleo) Estacionario de la Biblioteca pública de Sn. Juan de los Remedios, Con $30. oro de sueldo. En ese mismo año empecé a escribir versos y articulitos en los dos periódicos de la localidad: El Heraldo y La Atalaya. También escribí en el Liceo y en la Época de Villa Clara. El Director de este último periódico era el esclarecido patriota Don Eduardo Machado.
El 10 de octubre de 1868 dio el grito de ¡"Independencia y Libertad"!, Carlos Manuel de Céspedes. La Revolución se fue extendiendo poco a poco y posesionándose de los espíritus. El 29 e septiembre del mismo año había caído la monarquía de Isabel. En cuba el general Lesurdi seguía gobernando en nombre de la destronada reina, hasta la llegada del general don Domingo Dulce. Éste, para atraerse a los cubanos, dio algunas libertades, entre ellas la de la imprenta. La libertad de imprenta sólo duró el mes de enero. No obstante que el gobierno había dado un plazo de cuarenta días, que debía cumplirse e1 21 e marzo de 1869, de completas garantías, faltando a ellas aprehendió a infinidad de patriotas.
En Remedios, la noche del 14 al 15 de febrero, fueron reducidos a prisión los más distinguidos hijos de la localidad. Entre los presos se contaban mis tíos Don José Antonio de la Peña y Pérez y Don Mariano. Ellos fueron conducidos primero a la Cabaña y después a Fernando Poo. Mi señor abuelo Don José A. De la Peña y Múgica, que residía con su familia en Caibarién, decidió entonces emigrar con todos los suyos. Reunió el dinero que pudo (unos 16.000), dejó encargado de sus bienes a Don José Juliá, casado con mi tía Dolores de la Peña. Juliá era de ideas monárquicas, muy adicto al gobierno español y enemigo de los cubanos y de nuestra familia.
Yo me había tenido que ir precipitadamente (21 de abril de 1869) para Sagua la Grande, donde mi hermano Antonio tenía un colegio particular, y estaba para contraer matrimonio con la Señorita Ángela González Benítez, directora de la escuela de niñas de Sagua. A los pocos días de estar ahí recibí aviso de un amigo en el que me decía que se había librado requisitoria contra mí. Estuve varios días guardado en casa de la señorita Catalina Ortiz, amiga de Angelita, hasta que compramos una cédula en $50 pesos al comisario de policía.
También en esos días nos llegó el aviso y orden del abuelo para que estuviésemos listos y dispuestos a embarcamos en la Boca de Sagua, al pasar el vapor Cayero, procedente de Caibarién, rumbo a la Habana. El 1 de mayo estábamos en el puesto, yo, mi hermano Antonio y su esposa Ángela González de M. (Se había casado la noche antes).
Llegamos a la Habana el día 2; nos hospedamos dos días en un hotel y luego, mi abuelo alquiló una casa en la calle del Sol, esperando un buque que nos había de conducir al Canadá, país que mi abuelo había designado para nuestra emigración; pero otro era el rumbo que nos marcaba el destino. Un doctor yucateco de apellido Méndez, casado en Yaguajay, jurisdicción de Remedios) con una remediana, visitó a mi abuelo en la Habana: desaprobó su viaje al Canadá, país lejano, de otro idioma y de clima diferente y añadió: "A poca distancia de Cuba, hay un país, sano, bueno y hospitalario: la vida allí es barata, la gente sencilla y laboriosa. En ninguna parte pueden estar mejor que allí. Ese país es mi patria (dijo), "Yucatán". La Isabelita es una goleta que hace viajes a Sisal: está en puerto, pues llegó ayer; si usted quiere, puede fletarla: ahí cabe perfectamente toda la familia. En Yucatán estarán como en su propia tierra y a un grito de Cuba. Allí hay varios cubanos, y han sido muy bien recibidos".- A estas añadió otras razones y presentó otros datos: "Mi hermano Terencio, añadió, le servirá a usted en todo cuando hayan llegado a Mérida". Mi abuelo se entusiasmó por Yucatán, y en la necesidad de salir cuanto antes de Cuba, temeroso de un atentado y de que le confiscaran sus bienes, se decidió a fletar la Isabelita, (bajo el mando del) Capitán Ozama. Hacia el 10 de mayo de 1869, salimos de la Habana rumbo a Sisal.
Personas que, según mis recuerdos, vinimos en la Isabelita:
1. D. José Antonio de la Peña y Múgica.
2. Da. Antonia Pérez de de la Peña.
3. Ricarda de la Peña.
4. Pablo de la Peña.
5. Cándido de Montalbán.
6. Domitila Anido de de la Peña.
7. Elvira Anido.
8. Heráclita Anido.
9. José A. de la Peña y Anido.
10. Gertrudis de la Peña y Anido.
11. Joaquín de la Peña y Anido.
12.Antonio de la Peña y Anido.
13. Luis de la Peña y Anido.
14. Pastor de la Peña y Anido.
15. Carolina Falero de la Peña.
16. Mariano Segundo Peña y Falero.
17. Antonio Menéndez de la Peña.
18. Ángela González de Menéndez.
19. Rodolfo Menéndez de la Peña.
20. Sofía Menéndez de la Peña.
21. La morena Mercedes.
Pocos días después de nuestra llegada a Mérida, Antonio y yo pusimos una tabaquería en una casita situada entre la Tucha y la Tortuga. Preparábamos el tabaco y torcíamos. Yo salía a venderlo por las tiendas,. Comprábamos el material en la casa de mangas situada por el Elefante. Eso daba poco. No encontrábamos trabajo y como nadie nos conocía y la situación financiera del país era muy difícil, parecía segura nuestra ruina. El abuelo se mostró duro con nosotros y no nos protegió para damos a conocer como profesores de instrucción primaria.
En un momento de desesperación y con propósito de irme a la revolución, resolví volver a Cuba. Me embarque en (la goleta) Isabelita en agosto de 1869. Al llegar a la Habana fui conducido a presencia del Gobernador civil para explicar los motivos que me conducían a Cuba en aquellos momentos verdaderamente difíciles. Me fueron admitidas las excusas que di y puesto en libertad. En la Habana no pude lograr mis propósitos; y de todas las personas que vi, recibí solo esperanzas y dilaciones. Cuando se agotaron mis escasos recursos, resolví ir a Cárdenas, donde vivían varios familiares míos. Allí me sería más fácil encontrar trabajo y ponerme de acuerdo con los revolucionarios, idea que no se me quitaba de la cabeza ni un momento. Viví en casa de mi tía Filomena Menéndez que tenía recursos y me recibió bien. (Lo mismo) mi tía Covadonga Menéndez casada con Don Manuel López, Capitán retirado del ejercito español. Lo mismo me recibió mi primo Raimundo Rubio, fotógrafo y pintor. Con mi tía Filomena estaba mi Tío Eusebio. Los hijos de mi tía Covadonga se llamaron: Manuel Herculano, María Antonia, Andrea y Filomena, de los cuales (1908) sólo vive la última, Mi tía Tula, madre de Raimundo, también vivía en Cárdenas, lo mismo que su hija Buenviaje Rubio (Basita). Durante los dos últimos meses de 1869 y todo el año de 1870, tuve clases particulares en Cárdenas y ya estaba en relación con unos revolucionarios para proporcionar recursos a la Revolución.
En enero de 1871 desaparecí de la ciudad de Cárdenas y me fui a una sitería situada entre Lagunillas, la Teja, cimarrones y el paradero de Contreras. Allí, con pretexto de dar clases a unos niños de un siterio, y estando en relación con los amigos de Cárdenas, estuve todo el año de 1871, en activa comunicación con los insurrectos de las Villas. Aunque esa zona estaba muy vigilada y yo era tenido por sospechoso. El asesinato de los estudiantes de Medicina (27 de noviembre de 1871) me trajo de nuevo Cárdenas, y ya desde entonces sólo pensé en salir de Cuba para no volver a ella. No tenía ni un centavo, ni aun ropa que ponerme. Alquilé un cuarto y me puse a dar clases a domicilio y en algunas escuelas particulares. Al fin del año, tenía economizada una buena suma para irme al extranjero y para conseguir un.pasaporte. (Me costó 50 pesos oro ). Por fin, a fines de enero de 1872 tomé pasaje para la Habana y logré embarcarme en el vapor americano Washington que me trajo nuevamente a las playas yucatecas, (14 de febrero de 1873).
En Mérida vivían Mariano de la Peña con su familia y Ricarda y Sofia. (Entre la Perdiz y la Sirena). El resto de la familia estaba en Campeche. Salí de Cuba, un día después de que se proclamó la República en España, (11 de febrero de 1873). Estuve varios días en Mérida, hasta que a los ocho o diez días vino a buscarme mi hermano Antonio Menéndez que residía con su familia en Valladolid, desde hacía un año……
(Hasta aquí el texto autobiográfico)
RMM.

 Flora Mena (fotografía de 1901)

Para más información: el deceso de Rodolfo Menéndez de la Peña  en el Bolg de JMRM.

miércoles, 13 de mayo de 2009

El villano mexicano preferido


.....y con justísima razón.

Querían un escándalo. Aquí lo tienen (pinche usted en el vínculo que sigue):

Entrevista de Carmen Aristegui con el ex presidente Miguel de la Madrid.

Y yo digo:

Pues, no es para menos. No que sea noticia, ni novedad alguna. Pero siempre es escandaloso y remueve el recuerdo y la conciencia, el escucharlo de quienes lo vivieron en primera fila. Ni modo que se diga que el ex presidente no es un testigo de calidad.

Respecto a la justicia, se supone que esos son delitos que se persiguen de oficio. No que lo encarcelen sin proceso, ni que lo condenen en juicio sumario, ni que se le linche en plaza pública a partir de una declaración de éstas, no. Pero sí que intervenga el aparato judicial como la ley manda. Mientras no hagamos eso, seguirá la impunidad y México seguirá hundido en el inframundo de la ignominia y la corrupción. No es por masoquismo por lo que debemos intentar reabrir viejas heridas. Es porque no hay otra manera de curarlas.

PS

¿Lo hicieron desdecirse? ¿La familia? ¿La mano longa de Salinas? Pobrecito hombre. ¡Un gesto de honradez y de dignidad a su edad y se lo arrebatan!! Pero además no importa.... Podrán engañar una vez a algunos. Todo el tiempo a unos cuantos. ¿Pero siempre a todos? Ja ja.

¡Ay Sarkozy!

Otra víctima de tu torpe política de inmigración.

El caso de una visitante brasileña a Francia, universitaria, turista, invitada por franceses y rechazada brutalmente en el aeropuerto de París. ¿La razón? Vaya usted a saber. Ninguna. La estulticia de las autoridades migratorias francesas. Tal vez -y sólo digo tal vez porque lo ignoro- el color de la piel de la dama.

Eso sí, sigues presionando para que te entreguen un prisionero acusado de secuestro y procesado conforme a las leyes de México.

Tomada de Hexagone, Blog de Liberation.

Brésilienne, universitaire, touriste et... indésirable en France

De la France, Solange França, universitaire brésilienne venue passer quelques jours à Paris chez des amis français, n'aura vu que la zone d'attente de l'aéroport Roissy-Charles-de-Gaulle. Parce qu'elle était en possession d'une simple attestation d'hébergement et non d'une attestation d'accueil officielle, elle a été remise aussi sec dans l'avion. "L'histoire circulait depuis une quinzaine de jours, en portugais, sur les réseaux universitaires brésiliens, nous l'avions déjà répercutée sur le Réseau Pôle Brésil de Nanterre", raconte Idelette Muzart, la responsable de ce réseau. Voici cette mésaventure telle que la raconte Solange França, dans un français parfait, et son ami français Yves Bellenand qui l'attendait à l'aéroport et ne l'a jamais vue arriver.

Le récit de Solange França

Comme tous mes amis le savaient, j'avais programmé d'aller à Paris en vacances, visiter un couple d'amis Yves et Riviane, fêter mon anniversaire, établir des contacts avec des instituts de recherches et d'enseignement, et de réaliser mon rêve de connaître la France.

Je suis partie d'Ilhéus le 9/4/09 à 12h32, destination Salvador de Bahia par le vol TAM 3680 puis de Salvador de Bahia destination Paris par le vol TAM 8068 arrivée à l'aéroport Charles de Gaulle à 14 heures le 10 /04/2009.

Au sortir de l'avion, j'ai été conduite sans aucune explication dans une salle de la police française. Une policière a alors demandé de vérifier mon passeport, mon billet d'avion de retour, l'argent disponible, l'attestation d'hébergement et mes assurances. Pour prouver mon hébergement j'ai présenté une attestation faite par Yves et Riviane Bellenand, ce couple d'amis qui devaient m'héberger durant tout mon séjour à Paris.

Je lui ai expliqué que je n'avais pas d'assurances spéciales mais j'ai présenté ma carte d'assurance privée brésilienne, un bulletin de salaire émis par le gouvernement de l'état de Bahia datant de mars 2009, montrant que je suis en activité à l'Université de Santa Cruz à Bahia (Brésil) comme enseignante-chercheur.

Sans autres explications, j'ai été conduite avec deux autres personnes vers une autre salle de la police dans laquelle se trouvait déjà un autre brésilien.

J'ai demandé des explications au policier à l'accueil mais il m'a dit de m'asseoir avec un ton de voix menaçant et agressif. A ce moment là, j'ai réalisé que j'allais être expulsée de France et que je ne pourrais pas demander des éclaircissements parce que je craignais d'être considérée comme «agressive» ce qui pourrait aboutir à des événements encore plus graves comme par exemple
être mise en prison sur le territoire français.

Plus tard un autre policier a mis des gants et a demandé au brésilien de le suivre dans une autre salle. Dix minutes plus tard un autre brésilien a été aussi emmené. Après deux policières ont demandé à deux autres filles qui nous avaient rejoints d'aller dans une autre salle. Après ça a été mon tour.

Dans cette salle il y avait mon sac à dos et mon sac à main. J'ai dû mettre tout sur une table et m'éloigner de mes affaires et les deux policières ont tout fouillé. Elles ont confisqué mon passeport et mon argent (200 réals, 100 dollars et 1800 euros). A ce moment-là, j'ai demandé à nouveau des éclaircissements sur l'expulsion mais une policière m'a dit de «fermer ma gueule» sur un ton menaçant.

J'ai présenté mon bulletin de salaire mes trois cartes de crédit (Visa Ourocard Platinum, Mastercard Ourocard Platinum et Ourocard Gold toutes émises par la Banque du Brésil), l'attestation d'hébergement et des e-mails des professeurs et collègues de travail avec lesquels j'avais l'intention de m'entretenir durant mes vacances.

En effet, j'envisageais de faire un post-doctorat en France dans un futur proche. J'ai montré l'e-mail du professeur Henri PLANA (professeur français à l'UESC - Université de l'Etat de Santa Cruz à Bahia, Brésil) qui est en ce moment en stage post-doctoral au Laboratoire d'Astrophysique de Marseille), de Michel Jean DUBOIS (français, biologiste, qui travaille à Intervivos (www.intervivos.fr) et de Marcelo DE PAULA CORREA chercheur brésilien, en stage post-doctoral au LATMOS (Laboratoire Atmosphères, Milieux, Observations Spatiales).

J'ai expliqué que je n'avais pas d'invitation officielle pour visiter ces laboratoires parce que j'étais en vacances, mais que, même en tant que touriste, et comme coordinatrice de recherches de l'Université, j'allais aussi prendre des contacts professionnels pour envisager un post-doctorat et pour articuler avec des institutions françaises la soumission de projets dans le cadre du 7ème Programme pour l'Investigation et le Développement Technologique de la Communauté Européenne.

Quand j'ai demandé à cette policière comment je pourrais inverser la situation, elle m'a informé que ce serait seulement possible grâce à une intervention de l'ambassade du Brésil en France, et que dans la salle ou j'allais être «détenue», il y avait un téléphone et que je pourrais m'en servir. La même policière m'a donné le numéro de téléphone de l'ambassade.

J'ai été conduite dans une salle de détention ou il y avait déjà 5 autres personnes. J'avais uniquement les vêtements que j'avais sur moi, un papier avec les numéros de téléphone de Henri et de Riviane et celui de l'ambassade. Mon sac à dos et mon sac à main sont restés par terre dans un couloir d'accès à cette salle et mon passeport et mon argent ont été retenus par la police française.

J'ai appelé le numéro de l'ambassade qui répondait seulement avec un répondeur indiquant un numéro à contacter pour les urgences. J'ai laissé un message sur un deuxième répondeur pour expliquer ma situation. «Détenue dans un aéroport d'un autre pays, désespérée, espérant une aide officielle du Brésil je n'arrive à parler qu'à un répondeur».

Le temps passait, quelques personnes désespérées, d'autres en larmes dans une salle pas propre et où il y avait seulement dix places assises avec un unique téléphone disputé par tous. L'énervement, le sentiment d'insécurité et le désespoir augmentaient.

Je crois vers 17 heures (je n'avais pas de montre) on nous a apporté de la nourriture dans un sac: une boite de salade au thon, un morceau de pain, un paquet de chips, une bouteille d'eau et un dessert crémeux de bananes et pêches qui a servi à écrire les numéros de téléphones que nous obtenions sur le mur de la salle de détention (nous n'avions ni papier ni crayon !).

Vers 18 heures nous étions tous conduits de nouveau dans la salle du département de police où un interprète allait nous signifier que nous quitterions la France par le premier vol et que la seule solution était de signer les termes du «refus d'entrée en France» composé de 5 pages toutes écrites naturellement en français.

Puis on est retourné dans la salle de détention ou j'ai réussi à avoir au téléphone un fonctionnaire du consulat du Brésil qui était au courant de ma situation ayant écouté le répondeur et ayant parlé avec mon ami Henri. Il m'a informée qu'il ne pouvait rien faire et que je devais retourner au Brésil. J'ai réussi à parler avec Yves et Riviane qui étaient toujours à l'aéroport et qui avaient déjà fait des tentatives inopérantes pour prouver qu'ils allaient vraiment m'héberger chez eux.

Vers 21 heures, le 10 avril 2009, la police m'a rendu mon argent et j'étais conduite avec 16 autres brésiliens escortés par 10 policiers, à la porte d'embarquement pour prendre le vol Tam JJ 8055 destination Rio de Janeiro.

En arrivant à Rio le personnel de la TAM - inefficace et montrant leurs préjugés - m'ont rendu mon passeport et j'ai été conduite à la police fédérale brésilienne pour ensuite prendre le vol TAM JJ 8068 destination Salvador de Bahia, et après le vol TAM JJ 3660 destination Ilhéus.

Ce message bien que long ne parvient pas à dire la grande frustration, la peur, l'insécurité, le manque de respect et les préjugés que j'ai vécus durant ces 75 heures.

Présentement je voudrais que les autorités brésiliennes et française prennent connaissance de «l'événement» que j'ai vécu et aussi donner des éclaircissements.

En fait, ce qui devait être un cadeau d'anniversaire a généré beaucoup de souffrances.

Cordialement

Solange

Le récit d'Yves Bellenand

Honte et révolte sont les deux sentiments qui m'animent depuis vendredi dernier. Honte d'être français et révolte contre un pouvoir qui a comme ligne de conduite la répression dans tous ses états !

Les faits : Vendredi 10 avril , 14 heures, je suis à l'aéroport Charles de Gaulle venu accueillir notre amie brésilienne Solange França qui vient passer trois semaines avec nous. C'est l'occasion pour elle de fêter son 40ème anniversaire et de prendre aussi des contacts professionnels en vue d'un post-doctorat. Solange est professeur-chercheur à l'Université Santa Cruz de Bahia.

L'avion s'est posé à l¹heure.
15 heures, Pas de Solange !
15h30, j'interpelle un policier et lui demande si tous les passagers sont sortis de la salle de débarquement. «Non, il y en a encore en salle de police !»
16h, inquiet, je demande à un douanier qui passait s'il veut bien me dire si Solange França a quelque problème. Il revient dix minutes après: «la personne est retenue par la police parce qu'elle n'a pas tous ses papiers en règle. Vous devez vous rendre dans la zone de fret 1 à ZAPI 3»

Aucune indication dans la zone de fret 1 ne signale la ZAPI 3 ! Je finis par trouver. Là j'expose la situation et on me dit qu'on ne peut me donner aucun renseignement, les personnes détenues n'étant pas encore transférées en Zone de détention. Elle me donne un numéro de téléphone à appeler entre 19h et 20h et me fait comprendre que je ne peux rester là.

Vers 18h nous réussissons à avoir la ZAPI au téléphone «deux problèmes : attestation d'hébergement non officielle et problème d'assurances.»

Nous arrivons devant la grille de la ZAPI à 19h20 Là, «c'est fermé revenez demain matin à 8 h.»

Nous nous rendons à l'aéroport et nous demandons à voir l'officier de police de quart. Nous expliquons à un policier que nous n'étions pas au courant de l'attestation d'accueil délivrée par la mairie ou la préfecture mais que nous avons fourni une attestation d'hébergement sur papier libre. L'officier de quart dit «impossible !»

Notre amie a été renvoyée dans son pays à 21 h 50 sans qu'on ait pu la voir !

Je suis révolté, non seulement par les conditions de détention, mais aussi par la désinvolture et le manque d'humanité qui ressort de cette lamentable affaire, et plus encore par la restriction de nos libertés individuelles qui découle des conditions de l'établissement de cette «attestation d'accueil» officielle qui est demandée par l'Etat français aux étrangers venant de l'extérieur de l¹espace Schengen.

En effet renseignements pris, on demande l'avis d'imposition de la personne qui accueille, trois quittances d'électricité, une quittance de loyer, l'état de salubrité du logement et la photocopie de la pièce d'identité entre autres renseignements et 45 euros de timbres fiscaux. Et la mairie ou la préfecture peuvent ne pas autoriser l'accueil. La France a vraiment perdu son aura de «terre d'accueil».

N'avons-nous plus le droit de recevoir nos amis étrangers sans en demander l'autorisation ? C'est une restriction de plus de nos libertés individuelles.

Si comme moi vous êtes choqués et honteux faites passer ce courriel à tous vos amis. Merci.

Yves Bellenand

Rédigé le 13 mai 2009 à 09:00 dans Expulsions | Lien permanent

lunes, 11 de mayo de 2009

Bicentenario de la independencia….

20090512elpepiint_4Así lo ven los españoles. ¿O será sólo su rey?

El bicentenario de América Latina .

Ahora estos sesudos señores dicen que es un mito el que América latina haya insurgido a su independencia hace casi doscientos años en condiciones de desigualdad (hacia adentro y hacia afuera), rezago dramático, injusticia social y discriminación (¡!). Por favor, que lean -o que lo vuelvan a hacer si ya las olvidaron- las descripciones de Alejandro Humboldt, escritas precisamente en los años previos a las gestas de liberación de los países americanos. Y, que de favor, le avisen a Eduardo Galeano que su libro "Las venas abiertas de América Latina" fue escrito lamentablemente sobre un mito.... ¡A ver si lo quiere reeditar!


La cita de El País a continuación:

"Contra un mito de 200 años...."

La desigualdad en el continente no se remonta a la colonia sino a principios del siglo XX - La región creció al nivel de los países más ricos entre 1860 y 1938

FERNANDO GUALDONI - Madrid - 12/05/2009

El rey Juan Carlos dio ayer el pistoletazo de salida de las conmemoraciones de los 200 años de las independencias latinoamericanas. Entre lo que queda de este año y el próximo, el grueso de los países de la región celebrará el primer grito de libertad de la corona española.

El rey Juan Carlos dio ayer el pistoletazo de salida de las conmemoraciones de los 200 años de las independencias latinoamericanas. Entre lo que queda de este año y el próximo, el grueso de los países de la región celebrará el primer grito de libertad de la corona española. Habrá discursos revisionistas críticos, los más, y alguno que otro que intente mirar hacia adelante. En cualquier caso, será difícil soslayar los puntos más negros de la historia latinoamericana: la desigualdad y la exclusión social, y las crisis económicas crónicas.

Pero ni la desigualdad se remonta a la colonia -más bien arranca en los albores del siglo XX- ni las crisis que han diezmado la región son añejas, pues Latinoamérica perdió el tren del desarrollo hace apenas 30 años.

"En comparación con el resto del mundo, la desigualdad no era alta en la América precolombina ni lo fue durante la conquista y la colonización. Ni tan siquiera lo fue durante gran parte del siglo XIX. La desigualdad crónica de América Latina es un mito", afirmó Jeffrey Williamson, profesor emérito y ex director del Departamento de Economía de la Universidad de Harvard, en la conferencia sobre desigualdad en la historia económica que organizaron el Instituto Figuerola de la Universidad Carlos III y la Fundación Ramón Areces la semana pasada en Madrid.

Jan Luiten van Zanden, vicepresidente de la Asociación Internacional de Historia Económica, y Peter Lindert, profesor de la Universidad de California-Davis, respaldaron la tesis de Williamson. "Es importante entender que hasta la industrialización, América Latina no era más desigual que el norte de Europa. En una economía agraria, de trabajadores poco cualificados, los desequilibrios son menores. Es en el siglo XX, cien años después de las independencias, cuando surge la desigualdad urbana. Es cuando los mayores salarios por el trabajo cualificado y la educación disparan la brecha", concluyen Lindert y Van Zanden.

"Cuando a mediados del siglo pasado Juan Domingo Perón, por ejemplo, hace su revolución, quienes más se benefician son los trabajadores de los sindicatos que apoyan al Gobierno. Pasa lo mismo en Chile durante el tiempo que Salvador Allende pudo gobernar: los estibadores y mineros fueron los más beneficiados de sus políticas. Así que entre éstos y los demás trabajadores, especialmente los del sector informal, se acentuó la desigualdad", explica Williamson.

Ninguno de los tres historiadores económicos cree que la desigualdad y la exclusión puedan reducirse de un zarpazo. Hoy, a las puertas del bicentenario, la mayoría de los Gobiernos de América Latina se identifica con la izquierda, desde la más moderada a la más radical. ¿Cuál es el mejor modelo para estrechar la brecha de la desigualdad? "Tomemos el ejemplo de Cuba, es la revolución más longeva. Redujo la desigualdad, pero también se empobreció la isla, y entre pobres las diferencias son menores. Es más, puede que ahora aparezcan los desequilibrios entre quienes reciben dinero de sus familiares en Estados Unidos y los que no", cuenta Williamson. "La revolución de Chávez, en Venezuela, no sólo no ha reducido la desigualdad, sino que la ha acentuado", explica Lindert. "Es un régimen que sólo se ha ocupado de crear clientelismo político", añade.

En la historia económica de América Latina siempre ha habido dos jinetes del apocalipsis: la oligarquía y el imperialismo. Ningún historiador cuestiona las maniobras de los terratenientes primero, y las de los industriales después, para mantener sus privilegios en todos los países y con todos los regímenes. Tampoco que Estados Unidos ha intervenido en la región en defensa de sus intereses por encima de todo.

Pero, a pesar de todo esto, el historiador británico Victor Bulmer-Thomas, ex director del Instituto de Estudios Latinoamericanos de Londres -hoy Instituto de las Américas-, concluye en su libro La historia económica de América Latina desde la independencia que "las limitaciones externas, aunque formidables, nunca fueron abrumadoras (...) Las principales razones del relativo atraso de América Latina se encuentran dentro de la propia región (...) Nunca ha tenido el don de la oportunidad. El modelo de crecimiento guiado por las exportaciones cobró impulso casi en proporción inversa a las ventajas comerciales de que disfrutaron las materias primas. Luego la región se cerró en pleno auge del comercio internacional y, por último, llegó la crisis de la deuda de los ochenta...".

En la conferencia en Madrid se sostuvo que América Latina quedó rezagada en los últimos decenios del siglo pasado. Refuta, entre otras ideas, la teoría de la dependencia, es decir, que sostiene que el fracaso de las economías latinoamericanas se debe fundamentalmente a la herencia colonial -La herencia colonial de América Latina, de Stanley J. y Barbara H. Stein es capital en esta tesis-. Si se compara el desarrollo económico latinoamericano desde la independencia con el club de los países ricos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), se observa que la región mantuvo el paso de los países más avanzados desde 1860 hasta 1938, y que en la segunda mitad del siglo XX cambia esta tendencia hasta que el declive se acentúa entre 1980 y 2000.

"La región se cierra al mundo con su política de sustitución de las importaciones en los ochenta, y cuando se abre en los noventa el proceso es nefasto. La liberalización se hace a medias, porque en muchas ocasiones lo que se denominó privatizaciones sólo supuso un traspado de los monopolios públicos a los privados", explica Leandro Prados de la Escosura, catedrático de Historia Económica de la Universidad Carlos III de Madrid. "La mayoría de los países de América Latina alcanzaron su techo de riqueza entre finales de la II Guerra Mundial y 1960", sostiene Branko Milanovic, un economista del Banco Mundial experto en desigualdad global. "A partir de entonces, hubo picos y descensos pero, básicamente, la creación de riqueza está estancada desde entonces. La única excepción es Brasil, que desde hace unos años mantiene una línea ascendente", añade.

lunes, 4 de mayo de 2009

Delito y pecado... No es lo mismo.

SUENA CONOCIDO.

Tomada de El País, escrito por Juan Bedoya:

Acostumbrada a contar los años desde la fecha -incierta- del nacimiento de su fundador Jesús, la jerarquía del catolicismo intenta imponer su concepto de familia, matrimonio, filosofía, ciencia y la vida misma. ¿Hacen política los obispos cuando reclaman, además, que el Gobierno legisle siempre de acuerdo con el evangelio cristiano?

El cardenal Antonio María Rouco dijo el lunes que eso "no es hacer política en el sentido estricto de la palabra". Añadió: "Se trata de procurar por medios legítimos el reconocimiento efectivo de aquellos valores éticos que trascienden y preceden la misma acción política". La tesis de Rouco es que hay "principios prepolíticos", de obligado cumplimiento. ¿Quién los proclama? Por supuesto, la Iglesia católica. Hasta el Concilio Vaticano II, el Papa, pontífice máximo, se consideraba "autoridad universal y omnicompetente".
Los obispos actuaron en España como tal hasta 1977. No hubo aspecto de la vida cotidiana en que no impusieran su dictamen, por cortesía del dictador Francisco Franco. El articulado de la ley concordataria con esas prerrogativas se publicó en el BOE en 1953 con este encabezamiento: "En el nombre de la Santísima Trinidad". Un artículo definía a la Iglesia de Roma como "sociedad perfecta".
Otro cantar es el empeño eclesiástico de transformar en delito lo que ellos consideran pecado. La ministra de Igualdad, Bibiana Aído, se lo advirtió anteayer a Rouco, horas después de que el prelado de Madrid proclamase que el aborto voluntario ensucia la democracia. "A la Iglesia le corresponde decir qué es pecado, no qué es delito", dijo.
Así lo ha manifestado el Tribunal Constitucional, en sentencia que recuerda Dionisio Llamazares, ex director general de Asuntos Religiosos y catedrático emérito de Derecho Eclesiástico del Estado en la Complutense de Madrid. "La Constitución impide que los valores o intereses religiosos se erijan en parámetros para medir la legitimidad o justicia de las normas y actos de los poderes públicos. Es lo que inexorablemente se produce cuando se identifican delito y pecado", afirma.
Los obispos están acostumbrados a intervenir en la vida de los españoles. Viene de antiguo, pero también de anteayer. Llamazares recuerda una cita que "escuece como sal en carne viva". Se refiere a la Ley de Principios del Movimiento Nacional, vigente hasta 1976: Dice su artículo dos: "La nación española considera como timbre de honor el acatamiento de la ley de Dios, según la doctrina de la Iglesia católica, apostólica y romana, única verdadera y fe inseparable de la conciencia nacional, que inspirará su legislación".
Aquella férrea coalición entre la sala de guardia y la sacristía duró 40 años. Cuando se produjo algo parecido en Francia, con Napoleón III, el gran teólogo Felicité R. de Lamennais sentenció: "Un prostíbulo bendecido por los obispos". Ante estas perlas, los libros penitenciales de los siglos IX y X le parecen a Llamazares "meros precedentes de identificación de pecado público y delito". "Mucho me temo que ese modelo siga siendo el oscuro objeto del deseo de los obispos", sentencia.
El primer pecado que los obispos lograron transformar en delito fue el adulterio de las vírgenes consagradas. Hasta entonces -incluso después del emperador Constantino, cuando el Imperio Romano comenzó a transformarse en Imperio Cristiano-, los seguidores de Cristo se regían por el derecho romano. Ecclesia vivit lege romana (la Iglesia vive con la ley romana) fue un principio repetido por los padres de la Iglesia, subraya Ramón Teja, catedrático de Historia Antigua en la Universidad de Cantabria y presidente de la Sociedad de Ciencias de las Religiones.
El historiador cántabro relata cómo la ley romana empezó a entrar en conflicto con algunos principios evangélicos en temas de sexo y moral matrimonial. Afirma: "La postura de los líderes cristianos no fue la de cambiar la legislación civil imperante, sino exhortar a los cristianos a que se atuviesen a las normas cristianas cuando éstas entraban en conflicto con las romanas: así san Jerónimo, a finales del siglo IV, sentaba el principio: Aliae sunt leges Caesaris, aliae Christi; aliud Papinianus, aliud Paulus noster praecepit (Unas son las leyes del César, otras las de Cristo, una cosa ordena Papiniano, otra nuestro Pablo). Fue san Agustín quien con mayor insistencia abordó las diferencias entre los iura fori y los iura caeli (derecho del mundo y derecho del cielo).
Las cosas cambiaron cuando los antiguos perseguidos se convirtieron en perseguidores, tras la conversión del emperador Constantino. La Iglesia se sintió entonces fuerte para imponer al Estado sus normas éticas y morales, hasta terminar por transformar al derecho romano en derecho canónico. "El primer paso se dio con el intento de prohibir el matrimonio a las vírgenes consagradas. Partiendo de la consideración de que eran sponsa Christi (esposa de Cristo), se sentaron las premisas para que la condición de pecado, es decir, la ruptura de la fidelidad inherente a la promesa de virginidad, se convirtiese en delito, es decir, un adulterio castigable con las leyes del derecho romano contra el adulterio de la mujer -"mucho más duras que las aplicables al adulterio del hombre", relata Teja-. Así se inició el camino que culminará en el derecho medieval de Occidente (el derecho canónico), donde la Iglesia es considerada la única con capacidad para legislar sobre ética sexual y matrimonio".
Esa ambición legislativa la subraya el profesor Enrique Gimbernat, catedrático de Derecho Penal en la Universidad Complutense. Afirma: "Las religiones, especialmente las monoteístas, siempre han querido reforzar las prohibiciones de sus morales particulares -cuya infracción constituiría un pecado-, no dilatando el castigo por esas conductas pecaminosas a las penas del infierno, sino tratando de que ya aquí, en la vida terrenal, sean reprimidas por el Poder estatal secular. En un pasado remoto, la religión católica consiguió que las condenas dictadas por el tribunal eclesiástico de la Inquisición por los delitos de herejía, de sodomía o de brujería (fornicación con los demonios) fueran ejecutadas por el poder civil, quemando vivos a los que habían cometido tales pecados-delito; en un pasado reciente, esos esfuerzos eclesiásticos alcanzaron su objetivo, durante la dictadura franquista nacionalcatólica, con la prohibición civil del divorcio y la penal del adulterio, de la propaganda y venta de procedimientos o instrumentos anticonceptivos, de la homosexualidad entre adultos o de la difusión de textos o imágenes pornográficas; y en el presente, esa equiparación entre pecado y delito todavía existe en los Estados musulmanes integristas donde se lapida a las adúlteras y se encarcela a los homosexuales".
La última ejecución por herejía en España se produjo en 1826, cuando un maestro de escuela fue ahorcado porque en los rezos escolares reemplazó la palabra "avemaría" por "loado sea Dios". La presión del poder eclesiástico sobre el civil en la persecución de herejes era incontenible, con métodos de interrogatorio terribles. "Si todos no nos hemos confesado brujas, es únicamente porque no todos hemos sido torturados. Vivimos en tiempos tan difíciles que es peligroso hablar, pero también guardar silencio", escribió Juan Luis Vives.
Los eclesiásticos siguen apegados al principio de cuius regio, eius religio, es decir, la obligación del ciudadano de practicar la religión de su rey. Se acordó para acabar con las terribles guerras de religión entre príncipes luteranos y príncipes católicos. Ahí se pusieron los cimientos de lo que se conoce como la "religión de Estado".
España conoce bien las consecuencias de ese principio, con la imagen aún fresca de los obispos procesionando bajo palio a un caudillo militar que ganó para ellos una incivil guerra de exterminio consagrada por Roma como "cruzada cristiana". De entonces permanece la idea episcopal de que, como todos los españoles son católicos, el Estado debe cargar con el sostenimiento de esa confesión. Lo hace hoy con más de 4.000 millones de euros anuales en sueldos de sacerdotes y obispos y para financiar la ingente red de servicios educativos, sanitarios o de caridad de la Iglesia romana en España.
Pese a todo, los obispos creen que el Gobierno les ignora, maltrata e incluso persigue. Lo llaman "laicismo fundamentalista": el supuesto intento de arrinconarlos en las sacristías o acallar su tradicional vocación de meterse en política. En el fondo, lo que duele a los prelados es que el Ejecutivo y las Cortes legislen con plena autonomía, sin hacer caso a las prédicas o imposiciones de la jerarquía eclesiástica. El último punto de debate es la legislación del aborto, pero antes intentaron parar la regulación de la investigación con células madre con fines terapéuticos. El nacimiento en Sevilla de un niño programado para curar a un hermano -el llamado bebé medicamento- ha sido la batalla más llamativa, en contra del sentimiento general.
El profesor Gimbernat hace este diagnóstico: "En España, la relación pecado-delito ha vuelto a adquirir actualidad con la virulenta oposición de la Iglesia a la proyectada despenalización del aborto en el sentido de la solución del plazo, tal como rige en prácticamente todos los países de la Unión Europea. La equiparación de un óvulo fecundado microscópico o que mide pocos milímetros, sin forma humana ni actividad cerebral, con una persona es consecuente con la doctrina católica de que la finalidad de todo acto sexual es la procreación. Pero para los que no creen en dicha doctrina esa equiparación es simplemente un insulto a la inteligencia. Un legislador pluralista y democrático no puede imponer los dogmas de una determinada confesión religiosa encarcelando a los que no profesan esa fe. ¿Hasta cuándo seguirá la Iglesia católica abusando de nuestra paciencia?".
Sostienen algunos engreídos eclesiásticos que sin religión no puede haber moralidad. Confunden la moral religiosa con la moral política. La primera la hacen los santos, la segunda los ciudadanos. El teólogo moralista Juan Masiá, profesor de bioética en la Universidad Católica Santo Tomás, en Osaka (Japón), lamenta que muchos creyentes tengan esa idea de pecado como delito, y que algunos obispos intenten imponer a la sociedad una idea de delito como pecado.
Juan Masiá señala dos estilos de moral, apoyándose en Bergson: cerrada y abierta, legalista o personalista. Explica: "Quien dice 'no me salto el semáforo [delito] para evitar la multa' y quien dice 'no me voy con la mujer del prójimo porque mi Dios lo prohíbe y me va a castigar' están al mismo nivel de moral cerrada (tanto si son creyentes como si no lo son). En cambio, quien dice 'observo las reglas de tráfico porque, aunque no me coja la policía, es para mí importante evitar accidentes, proteger otras vidas y la mía' y el que dice 'no violo a esa chica porque merece que la respete y me respete a mí mismo' están a nivel de moral abierta. Me parece esto mucho más importante que el que sean o no sean creyentes de alguna religión".

sábado, 2 de mayo de 2009

A propósito de pandemia: "La Teoría del Shock"

Naomi Klein y Alfonso Cuarón realizaron este, ya clásico, cortometraje sustentado en parte por el principio de D. Hebb. Recordémoslo y reflexionemos, al margen o en sintonía, si se quiere, de la realidad concreta. Y ¡armémonos!: